Fuente: weblog benjamines A Arosa
Fecha: 12/06/10
¡Gracias Diego Castro!
El benjamín A vuelve a ganar otro Torneo y ya van siete esta temporada. Ha ganado todos los Torneos en los que ha participado.Esta vez ha sido en Poio, durante este fin de semana, en la final le ha ganado al Grove por 4-0.
Queremos dar las gracias al pontevedrés, jugador del Sporting de Gijón, Diego Castro por ceder su camiseta a los benjamines.

Fuente: El Comercio
Fecha: 08/06/10
La "perla" gallega
Uno de los jugadores más determinantes de las dos últimas temporadas es Diego Castro. El gallego fue el máximo goleador del equipo de Manuel Preciado, después de haber recibido el mayor número de distinciones por su rendimiento en la campaña anterior.
Desde que llegó al Sporting, el jugador gallego mantuvo una línea ascendente. Se incorporó procedente del Málaga B, aunque tuvo la ocasión de debutar en Primera, sólo ocasionalmente, en un encuentro ante Osasuna en La Rosaleda. El club malagueño no tuvo en el interior pontevedrés la confianza que mostró el Sporting. Fue el primer fichaje de la era Preciado, con una primera gestión realizada en los últimos meses de la etapa de Eloy Olaya, que luego materializó Emilio de Dios.
En la temporada recién finalizada, el rendimiento de Diego castro fue notable, sobre todo en la primera vuelta. El interior gallego se convirtió en el máximo goleador, siendo también el encargado de lanzar los penaltis, con pleno de aciertos, aunque en el que marcó ante Osasuna, que sirvió para ganar uno de los partidos clave, arriesgó con una ejecución al estilo del checo Panenka, con un toque suave por el centro de la portería del veterano Ricardo.
La 'perla' gallega, como es denominado en su página web no oficial realizada por la seguidora gijonesa Xana Casielles, despachó una buena temporada, aunque en la última fase acusó el tremendo esfuerzo físico de la campaña y fue uno de los jugadores que redujo de forma más notoria su rendimiento.
Preciado le dio este año algunos descansos para dosificar sus esfuerzos, pero los menos, al ser uno de los jugadores más determinantes en su dibujo táctico.
El rendimiento de Diego Castro en el Sporting lleva una línea sobresaliente. Si fue bueno en la temporada de su debut, en la del ascenso marcó diferencias, pero, sobre todo, en la temporada del regreso a Primera del equipo gijonés. En esta campaña fue el mejor jugador del equipo y fue laureado con el Trofeo El Molinón de plata, otorgado por las peñas rojiblancas.
En este tiempo marcó algunos goles espectaculares, además de haber tenido una repercusión en la clasificación. En la pasada campaña, el más destacado fue el que logró ante el Valencia, en El Molinón, con un sello propio, a pierna cambiada y con una trayectoria parabólica del balón. Así marcó también en Cádiz y en Pamplona.
Diego Castro llegó al Sporting con la carta de libertad en el verano de 2006, con 24 años recién cumplidos. El Málaga no confió en sus posibilidades y rehusó a la prórroga de contrato, que estaba condicionado a incorporarse a la primera plantilla.
Al finalizar su segunda campaña en el Sporting, el interior pontevedrés acabó su contrato en Gijón. Tuvo ofertas económicamente más interesantes. Una de ellas, del Valladolid. Pero Diego Castro optó por seguir en la plantilla gijonesa, lo que decidió poco antes de reanudar el trabajo de pretemporada. La situación no es igual, pero tiene alguna comparación en este periodo de descanso, ya que el Sporting quiere prorrogar la vinculación del gallego hasta 2013, cuando tenga 31 años. Sin embargo, hay diferencia de criterios. Diego Castro considera que su cotización tuvo un crecimiento por encima de lo que los dirigentes del club gijonés consideran, dentro de sus límites económicos.
La situación crea cierta tensión, con dos opciones posibles. O Diego Castro cumple el año de contrato que le queda para luego poder marcharse como llegó, con la carta de libertad, o se contempla un traspaso. El Sporting no lo deja marchar por menos de 1,5 millones de euros. El jugador lo considera por encima de la realidad. La oferta y la demanda marcan una situación.
Fuente: La Nueva España
Fecha: 07/03/10
O Maradona Galego
Un gol descorcha siempre una explosión de júbilo. Es algo así como un chupinazo de emociones. Pero hay tantos que aportan algo más, que dejan en el paladar del espectador más avezado el regusto dulce de la belleza estética que tienen únicamente las obras de arte. Son los goles de autor, que también los hay. Un club modesto como el Sporting presume de un futbolista que lleva acuñadas un buen racimo de obras maestras, tan hermosas como trascendentes. A pesar de ser diestro, Diego Castro Jiménez (2-7-1982, Pontevedra) arranca siempre desde la izquierda para buscar la sorpresa a pierna cambiada. Un detalle que gusta mucho a los llamados jugones. Lo hacen Messi e Iniesta en el Barça, como ya lo hicieron en su día los extremos del «dream team» a instancias de Johan Cruyff.
Hoy en día todo el mundo del fútbol conoce a Diego Castro y tiene constancia de sus golazos. Es la repercusión que conlleva la Primera División. El último fue un penalti lanzado a lo Panenka con el que superó al veterano portero de Osasuna Ricardo y deshizo el empate que reflejaba el marcador. Los genios son así, capaces de inventar cuando a los demás se les encogen las piernas. Escapan de la eficiencia burocrática con la que el resto ejecuta el trámite de lanzar una pena máxima. El arte brota en cualquier esquina. Por eso, y porque ningún otro extremo de la Liga española ha sido capaz de firmar nueve tantos en lo que va de temporada, el nombre de Diego Castro está subrayado con trazo grueso en la agenda de algunos de los más importantes clubes del fútbol español. Sevilla, Valencia, Villarreal y Getafe han sucumbido a sus encantos. Su calidad es tal, que su fama ha trascendido fronteras y dos de los grandes de Portugal, Benfica y Sporting de Lisboa, también han llamado a su puerta. Mientras, el sportinguismo sigue con el corazón en un puño cada detalle de una posible renovación de su contrato.
Pero hubo un tiempo en que los goles de Diego Castro no tenían esta repercusión mediática. Fue la época en la que el interior gallego rompía cinturas en el fútbol de Plata y sólo unos pocos disfrutaban en secreto de su juego alternativo, que aún no había cautivado a las masas. Por aquella época llegaron el doble recorte en el área a De la Red y Adán en un partido ante el Castilla, el memorable túnel a Natalio justo antes de mandar un balón con acuse de recibo en la escuadra izquierda de Contreras en el Carranza o aquella rosca increíble que rodeó a Asier Riesgo en Anoeta en otra victoria por la mínima. Además de ser hermosos, los goles de Diego Castro suelen tener el valor añadido de convertirse en decisivos. Es muy poco habitual conjugar ambas características en un solo tanto. Fue por aquella época cuando revolucionó Youtube un vídeo titulado «O Maradona galego». Un montaje realizado por una ferviente admiradora que repasa algunos de sus mejores goles y quiebros al ritmo de la música gallega.
Desde muy niño, cuando corría por el patio del colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Pontevedra, Diego Castro ya estaba señalado para el fútbol. Hijo del entrenador Fernando Castro Santos, se crió prácticamente con un balón en los pies. Pronto lo fichó la Agrupación Juvenil Lerez, hasta que se incorporó al juvenil de División de Honor del A Seca. Desde ahí saltó al Pontevedra que le dio la oportunidad de jugar en Segunda B con sólo 19 años y el resto es una historia conocida. Recaló en el Málaga B para jugar en Segunda y llegó a debutar en Primera con el conjunto costasoleño antes de terminar su contrato y llegar a Gijón con la carta de libertad bajo el brazo. Alguien en Málaga tendrá que dar explicaciones de por qué no quisieron renovarle.
Pero mucho de lo que hoy es Diego Castro se debe al que fue su gran amor de juventud: el fútbol sala. Durante años, Castro alternó el parquet con la hierba y llegó a ser un habitual en las categorías inferiores de la selección gallega de fútbol sala. Diego Castro era más feliz con las zapatillas de suela amarilla que con las botas de tacos y fue sobre el parquet donde perfeccionó muchos de los gestos técnicos que le han hecho grande, donde depuró su pasión por los túneles, su habilidad para pisar el balón hacia atrás o ese tiqui-taca eléctrico que le saca de tantos apuros. Cuando la cosa se puso seria, tuvo que tomar una decisión que marcaría su vida. Diego Castro desoyó a su corazón para escuchar el consejo de su padre y se pasó definitivamente al fútbol once. Lo que perdió el fútbol sala, lo ganó el Sporting. En Gijón vivió un ascenso, una permanencia, ha llegado a lucir orgulloso el brazalete de capitán y ha recibido de la afición El Molinón de Plata con que se acredita al mejor jugador de la temporada. La grada de El Molinón tiene pendiente saldar una deuda con el extremo, que carece de canción propia, mientras ha tenido que ver cómo se coreaba el nombre de compañeros que se lo merecían mucho menos.
Fuera del césped, Diego Castro es un futbolística atípico. Gran conversador y apasionado de los viajes y del cine, se arrepiente de haber dejado los estudios al llegar a COU. Al gallego le encanta conocer nuevas culturas e integrarse en los países que visita. En el séptimo arte le encanta la saga de «El Padrino», aunque considera más floja la tercera parte, o las películas dirigidas por Clint Eastwood. Su verbo fluido es una influencia de las mujeres de su entorno. Tanto su madre, como su novia son dos lectoras compulsivas. Diego Castro no desdeña los libros, aunque prefiere el cine. Con su chica, Eva Jurado, a la que se trajo de Málaga, mantiene una relación sólida que pronto dará frutos, como saben todos los que le han visto celebrar sus últimos goles. Incluso es probable que pronto pasen por el altar. Con lo que, en apenas unos meses, Diego Castro podría firmar los dos contratos más importantes de su vida.
Con 28 años ha alcanzado una madurez espléndida. Diego Castro es un hombre inteligente y sabe que ahora está en una posición de fuerza para negociar. Es su gran momento y, aunque es plenamente feliz en Gijón, tiene la ambición de los grandes. Como todos los genios, su talento se acompaña de descaro y por eso se ve capaz de triunfar en un equipo con mayores aspiraciones. El Sporting no renunciará fácilmente a sus goles y está dispuesto a sacrificarlo todo por amor al arte. Hay goles que son incunables.
Fuente: La Voz de Asturias
Fecha: 09/03/10
"Ofertón" para Diego
El Sporting prepara para el gallego el contrato más importante en la historia de la entidad.
La directiva del Sporting tiene abiertos actualmente dos frentes prioritarios en materia deportiva: el fichaje del argentino Gastón Sangoy y la renovación de Diego Castro, el jugador más desequilibrante de la plantilla. Con el primer asunto muy bien encarrilado, Alfredo García Amado, director general del club, trabaja estos días en dar forma a la propuesta que se le pasará al gallego antes de que llegue abril.
El Sporting está dispuesto a tirar la casa por la ventana para asegurarse la continuidad de Diego Castro más allá del próximo 30 de junio de 2011, fecha en la que expira su actual contrato. Para ello pondrá encima de la mesa del futbolista pontevedrés una oferta por tres temporadas, con una ficha que irá in crescendo cada año hasta rozar el millón de euros en la última; no se tocaría la cláusula de rescisión (actualmente es de seis millones de euros) o se haría de forma simbólica. El montante global del contrato sería el más importante en la centenaria historia de la entidad para un jugador, que pasaría a ser el mejor pagado de la plantilla con diferencia.
Con esta propuesta el Sporting desea frenar el interés de clubs como Getafe, Villarreal, Deportivo o Zaragoza y seguir contando con los servicios de Diego Castro, remitiendo a los grandes --Valencia, Sevilla, Atlético y otros clubs del fútbol portugués-- a una cláusula de rescisión que para ellos siempre resultará atractiva y asequible. El Sporting, que quiere que Castro siga vistiendo de rojiblanco o que si se marcha lo haga a un grande dejando las arcas llenas, está dispuesto a hacer este esfuerzo --muy superior al habitual-- valorando el gran rendimiento que ha dado el gallego.
Diego Castro fue pieza clave en el ascenso del Sporting. En Primera solo dejó de ser titular en once partidos, de los cuales el equipo únicamente fue capaz de ganar uno (al Almería el año pasado); además es el pichichi del equipo y el tercer artillero nacional.

Fuente: El Comercio
Fecha: 09/03/10
El Sporting echará el resto por Diego Castro y le ofrecerá un contrato por tres temporadas
El Sporting planea una importante ofensiva ante el interés de varios clubes en hacerse con los servicios de Diego Castro, que termina contrato con la entidad rojiblanca en 2011 y tiene una cláusula de rescisión de seis millones de euros.
El club gijonés tiene en su lista de prioridades la renovación del extremo pontevedrés, el máximo goleador del equipo esta temporada y un futbolista, hoy por hoy, clave en el esquema de Manuel Preciado, y así se lo ha hecho saber en una conversación en la que se le anticipó la intención de prorrogarle su contrato por tres temporadas más, con una subida muy importante de su ficha. El jugador, representado por su padre, el técnico del Leixoes portugués, Fernando Castro Santos, espera otra llamada desde Mareo para que comiencen las negociaciones.
El Sporting está dispuesto a echar el resto por el gallego y a hacer un importante esfuerzo, pero sin dejar de lado su política económica
Fuente: El Correo Gallego.es
Fecha:28/02/10
La perla gallega se desata
Diego Castro Jiménez (Pontevedra, 1982) saluda desde la banda, torea en tres cuartos de campo y mata en el área. Su complicidad con el balón desespera a los defensas, nubla a los porteros y bendice a sus compañeros. Capitán del Sporting, héroe del ascenso, sus ocho goles de esta temporada le han abierto las puertas del cielo, de la gloria, con el sueño, un día, de formar parte de ese grupo de locos bajitos que enamoran el mundo con la camiseta de España.
"Estoy en el mejor momento de mi vida deportiva", advierte este joven gallego, que firmó en Gijón hace tres años y medio, entre otras razones, "porque estaba cerca de casa, y eso me hace sentirme bien", aclara el menudo extremo sportinguista.
Diego, ambicioso, no cierra puertas en su futuro. Sembró durante muchos años en Segunda, "una categoría muy difícil" y ahora toca recoger. "No me pongo techo", advierte, y pasa a hablar del colectivo. "Primero me centro en los objetivos colectivos, los del Sporting, que pasan por la salvación", argumenta. "El día de mañana espero a aspirar a jugar en un equipo de la zona europea o con el Sporting si llegara a tener esas aspiraciones", confirma, para finalizar. "Mi misión es ir creciendo y no parar hasta el final de mi vida deportiva". Equipos como el Getafe o el Valencia pueden ser destino para Castro, aunque aún le queda contrato con la escuadra rojiblanca hasta el 2011, con una cláusula de rescisión de 6 millones de euros.
Se advierte cierta humildad en sus palabras a pesar de ser el centrocampista más goleador de Primera División. "Sinceramente, no noto que los defensas estén más pendientes de mí ahora", explica. "Casi tendría que estar yo más pendiente de ellos, que muchos son internacionales y de gran calidad", dice, aunque apostilla. "A medida que lo vas haciendo mejor te van conociendo e intentan anularte", afirma el pontevedrés.
Su relación con Manuel Preciado sobrepasa la de jugador-entrenador. "Es un amigo". Y sostiene que se puede dar una amistad a pesar de las jerarquías que impone el fútbol. "Tienes que saber cuáles son los límites", añade, y pronostica. "El día que Preciado no me entrene lo guardaré como amigo y seguiré manteniendo una relación con él igual que con cualquier compañero", advierte. También alaba sus cualidades. "Es un gran motivador y para eso tienes que ser una persona muy cercana, con la que tengas una relación muy directa", sostiene.
También es muy especial su relación con Fernando Castro Santos, su padre, desde hace un mes técnico del Leixoes portugués. "En el momento que me dijo que volvía a entrenar yo fui muy feliz, porque él se sentía entrenador", reconoce. Hasta ese momento, el ex entrenador del Compostela le llevaba a su hijo sus temas profesionales.
Se enfrentaron, por primera vez, en agosto de 2003, con Diego en el Málaba B y Fernando en el Córdoba. "Llegamos a un acuerdo desde que era pequeño que él nunca me entrenaría a mí, porque resultaría una situación incómoda; leimos bien la situación, sobre todo él, que era el que tenía experiencia", reconoce. "Tener un padre que se dedicaba a lo mismo que yo ha sido beneficioso, aunque ha habido todo tipo de momentos", confirma, y añade. "Nunca me atosigó. Todo lo contrario. Me decía que me divirtiera, me valoraba, pero no me exigía. Cuando decidí ser profesional fue mi mayor apoyo", afirma, sincero, el gallego.
Elegido mejor jugador del Sporting por su afición la pasada temporada, con una peña propia, Diego Castro no renuncia a volver a Galicia a jugar al fútbol profesional, aunque hay otros argumentos con más peso a la hora de tomar la decisión sobre su futuro. "Jugar en mi tierra siempre es atractivo porque estás más cerca, pero ahora lo que quiero es seguir creciendo y, si tiene que ser en casa, mejor, pero sino, tampoco pasa nada", explica el extremo.
Su fútbol, instintivo, plástico y atractivo para el espectador, le ha granjeado una reputación de la que ya le será muy difícil deshacerse en los próximos años.
Fuente: La Nueva España
Fecha: 17/02/10
Los golazos de Diego Castro son un tesoro
El golazo con el que Diego Castro venció la resistencia del portero del Valencia César ha permitido al interior izquierdo del Sporting ascender a la cuarta plaza de la clasificación de goleadores más valiosos. La tabla la lidera el delantero asturiano del Valencia David Villa (42 puntos) a pesar de que se marchó de vacío de El Molinón. El segundo clasificado es el delantero argentino del Real Madrid Gonzalo Higuaín (32 puntos) y en la tercera plaza se ha situado el uruguayo del Atlético de Madrid Diego Forlán (31 puntos). Diego Castro (30 puntos) ocupa la cuarta plaza empatado con el poderoso ariete sueco del Barcelona Ibrahimovic. Queda claro que el futbolista del Sporting se codea con lo más selecto de la Liga Española.
La clasificación del Goleador Más Valioso de la Liga distingue al futbolista cuyos tantos sean más decisivos en la consecución de los puntos para su equipo. El sistema de puntuación premia con 4 puntos a cada gol que suponga que un equipo se adelante en el marcador. Si el tanto sirve para empatar, el premio será de 3 puntos y el resto de los goles darán 1 punto a su autor. Castro se da el lujo de aventajar a goleadores del pedigrí de Soldado (29 puntos), Messi (27 puntos), Luis Fabiano (24) o Ronaldo (21). El segundo rojiblanco en esta clasificación es Miguel de las Cuevas (10 puntos).
Los goles de Diego Castro reúnen además dos características que aumentan el valor de su autor. En primer lugar, que el gallego es el único de los trece primeros clasificados que no juega de delantero. Lo que no le ha impedido ser el máximo goleador del Sporting con ocho dianas. Otro rasgo distintivo de los tantos que llevan la rúbrica del interior gallego es su belleza. Diego Castro se ha destapado como un autor de goles hermosos, un especialista en la eficacia estética.
La escuadra de la portería del Piles de El Molinón es testigo directo.
Fuente: La Voz de Asturias
Fecha: 15/02/10
Hay un gallego en el cielo
No vino de Ferrol sino de Pontevedra, no está en la luna sino en el firmamento --es ya una estrella de nuestro fútbol-- y no destaca por tener un zapato veloz sino una zapatilla letal , una pierna derecha que es un guante capaz de quitar las mismísimas telarañas de cualquier escuadra que se cruce en su camino.
Diego Castro ha explotado definitivamente en Primera División. Cada semana está en boca de todo el mundo por sus exquisiteces, sus goles imposibles y su capacidad de desborde. El sportinguismo lo viene disfrutando en los últimos tres años y medio y desea hacerlo durante más tiempo, pero no será fácil. Su renovación --acaba contrato en junio de 2011-- parece complicada y dependerá, en buena parte, de las ganas que el club rojiblanco ponga en la negociación para que la afición no pierda --una vez más-- a otro ídolo. De momento ni siquiera han empezado a hablar, aunque muchos aseguran que si la directiva pusiera encima de la mesa parte de la millonada que quería destinar al fichaje de Michu todo sería más fácil.
Diego Castro ya apostó por el Sporting en dos ocasiones, dejando el dinero a un lado. Lo hizo cuando fichó --verano de 2006, libre, procedente del Málaga B-- y al renovar dos años más tarde. Tras lograr el ascenso y pasearse por la ciudad como uno de los héroes en el autobús descapotable, Diego Castro estuvo quince días sin equipo. Quería jugar en Primera y con el Sporting: así lo hizo, firmó por tres campañas más, y acabó de explotar. Lleva 55 partidos en la élite, en los que ha marcado quince goles... todo ello sin contar los que ha puesto en bandeja. Es, en la actualidad, el centrocampista más goleador en España y sin sus tantos el Sporting tendría siete puntos menos... estaría en descenso.
EL GETAFE LOCO POR EL
Al interior gallego no le van a faltar novias. La secretaría técnica del Getafe tiene decidido presentar una oferta al Sporting el próximo verano que rondará el millón y medio de euros y que el club gijonés tendrá que analizar. Si no renueva antes el Sporting deberá elegir entre rendimiento deportivo o dinero en metálico, una decisión complicada; por si acaso un dato: su cláusula de rescisión asciende a seis millones de euros.
Diego Castro asegura que: "especular sobre mí sería injusto porque ya he demostrado lo que quiero a este club en varias ocasiones. En Gijón estoy feliz, tengo contrato y no he parado de crecer" y reconoce que "el Sporting será el primer equipo al que, llegado el caso, escucharé aunque ahora lo importante es conseguir el objetivo común de la permanencia".
Fuente: La Voz de Asturias
Fecha: 21/01/10
Pichichi por sorpresa
¿Qué sería de este Sporting sin Diego Castro? No es una pregunta retórica: la respuesta es que el equipo gijonés tendría seis puntos menos de no ser por la aportación goleadora del gallego. El sorprendente pichichi rojiblanco ha marcado media docena de goles en menos de media temporada, los mismos que en todo el curso pasado. Seis goles que le han dado al Sporting otros tantos puntos.
En las dos temporadas anteriores en el Sporting, en Segunda, el pontevedrés acabó con una cuenta personal de siete tantos. Castro va camino de igualar su mejor campaña de cara a portería, la 2002/2003, en la que logró doce dianas con el Pontevedra. La diferencia es que entonces estaba en Segunda B y ahora juega en Primera.
Su aparición como goleador ha resultado providencial, en un momento en el que los delanteros del equipo tienen el punto de mira desviado. El gallego no necesita reforzar su ego. Por eso resta importancia a su condición de máximo goleador del equipo y vaticina que tanto Bilic como Barral acabarán superándole. Por ahora, no se lo pone fácil.
Involucrado
Diego Castro ha demostrado su grado de compromiso más allá del esfuerzo diario, rechazando en el pasado cuantiosas ofertas. Quiso seguir en Gijón. Ayer echó balones fuera cuando se le preguntó por una hipotética oferta del Celta. Fue más claro cuando se le planteó qué haría si la propuesta llegara del Oviedo: "Ahí sí que cierro las puertas. Cuando te sientes sportinguista, es imposible. Cuando sonó la posibilidad de que mi padre entrenara allí, me hacían a mí una putada", bromeaba. Otro ejemplo de amor a los colores, sin desear el mal a nadie. Otro detalle de calidad de un jugador de Primera. Ahora, cuando se estudia su renovación, el Sporting debería tenerlo en cuenta y valorar al futbolista, simple y llanamente, como se merece. |