Fuente: La Nueva España
Fecha: 8/10/10
Diego Castro, junto a los otros capitanes, Sastre, Jorge y Barral, negocia las primas del equipo para la actual temporada con el presidente Manuel Vega-Arango. El gallego explica que «tenemos buena sintonía con el presidente y no nos podemos quejar. Habrá varios días de reuniones y pienso que llegaremos a un acuerdo».
No quiere aclarar mucho del tema económico porque lo principal es centrarse en «luchar por lograr puntos en la Liga. Sé que la afición está enfadada por el empate en Zaragoza, pero más estamos los jugadores por no hacerlo bien, tras tener el partido de cara y no ser más precisos en las ocasiones que tuvimos. Todos nos quedamos tristes, pero ya tenemos que olvidar ese partido y pensar en el Sevilla».
El extremo sportinguista también matiza que «no debemos dramatizar, ni tampoco poner paños calientes. Ya se han estudiado los errores que cometimos y hay que corregirlos para que no vuelvan a pasar. Se pasa de ganar a uno grande y pensar en UEFA o ponerlo todo mal si se empata cuando antes de ir hubiera sido bueno. Estamos en una montaña rusa y hay que tener más calma porque veo que este equipo está vivo».
Sabe que ahora les viene un calendario duro, empezando por el Sevilla, y Diego Castro argumenta que «hay que afrontarlo con valentía e intentar sorprender como el año pasado a ese gran equipo. Estará difícil porque tiene grandes jugadores, pero ¿por qué no podemos repetir triunfo?».
No olvida que en la victoria de la temporada pasada marcó un gol. Con ironía, el extremo sportinguista dice que «se conjuraron todos los astros para que yo lograra el gol de cabeza y ante una defensa tan fuerte y alta como la del Sevilla. Disfrutamos mucho de esa victoria por primera vez ante un grande y nunca se me olvidará cómo nos apoyó la afición, tras la polémica con Capel y la expulsión de Canella».
Es consciente que el nuevo entrenador Gregorio Manzano lleva un gran inicio con el Sevilla, pero Castro manifiesta que «lleva poco tiempo para valorar su trabajo con este gran equipo. Será difícil de pararles, pero ya tenemos el precedente de ganarles y veo a nuestro equipo muy vivo y con ganas de agradar».
No quiere entrar en el tema de su renovación cuando acabe contrato: «Quiero estar tranquilo y centrado en dar lo mejor en el Sporting para apoyar al equipo. No quiero que por hablar de ello exista alguna distracción. Hay que salvarse».
Fuente: Diario AS
Fecha: 02/10/10
Diego Castro hizo un preciso análisis tras el encuentro disputado por el Sporting en La Romareda, en el que el gallego asume que es un empate que sabe a derrota, porque "después de marcar el penalti, con 0-2 y la situación a favor, nos fuimos con la sensación de que perdimos dos puntos".
El interior rojiblanco comentó que "no supimos ganar un partido que teníamos controlado". Diego Castro añadió que "debimos tener más tranquilidad y no permitir que se rompiera el partido más de lo que estaba". Según agregó, "con 0-2 era una situación muy cómoda para nosotros", por lo que queda, a modo de resignación, el convencimiento de que "hay que corregir errores". El jugador gallego subrayó que "tenemos que ser más precisos en la línea de ataque e intentar estar más tranquilos con el balón", con la seguridad de que "estaríamos ahora celebrando una victoria si llegamos a hacerlo así", además de recomendar "generosidad en el último pase", con un claro mensaje a los individualistas.
Diego Castro reconoció que el equipo abandonó Zaragoza "triste por no haber hecho las cosas bien, con enfado por no haber aprovechado tantas jugadas que fueron decisivas". Según puntualizó, "con más tranquilidad y precisión hubiéramos vuelto con los tres puntos, pero dos los perdimos nosotros". El interior pontevedrés matizó que "no era fácil ganar en Zaragoza, pero jugando contra diez y con la ventaja de dos goles, el partido debimos tenerlo dominado y ahí estuvo la clave".
Por otro lado, el capitán rojiblanco comentó que con el empate a dos goles en el marcador se produjeron situaciones en las que "la generosidad y la precisión" se convirtieron en "errores que hay que corregir". Diego Castro no se cansó de aludir a las ocasiones de gol perdidas por exceso de ansiedad. Según comentó, "no hay mala intención, porque todos quieren aportar lo máximo, pero hay que ser más precisos y las ocasiones de gol tan claras hay que aprovecharlas". El interior rojiblanco reconoce que "somos un equipo de extremos" y regresó a Gijón "con mal sabor, porque pudimos volver con los tres puntos".
Fuente: El Comercio
Fecha: 3/09/10
Diego Castro hizo un análisis de la situación del Sporting después de la primera jornada, que concluyó con una severa derrota en el Vicente Calderón. El jugador gallego comentó que «era un campo difícil, frente a un rival que llegaba muy ilusionado tras haber ganado la Supercopa y, además, se le puso de cara, porque marcó en la primera oportunidad que se le presentó». Asimismo, añadió que en su equipo «tuvimos pocas cosas acertadas».
El interior pontevedrés recuerda que «el año pasado también empezamos con una derrota en el Camp Nou y tuvimos un final feliz». Según agregó, «ganamos el segundo partido, al Almería, y ahora toca el Mallorca, ante el que hay que repetir la línea», con la intención de «aprovechar el parón para coger energías». El futbolista gallego expuso que cuando hay un resultado negativo que dura dos semanas, «se tienen ganas de revancha y de volver a jugar para lavar la imagen y empezar a puntuar». Diego Castro añadió que «el año pasado salió bien y en dos semanas de trabajo supimos controlar la ansiedad», aunque, en este caso, en Madrid tuvieron «demasiado castigo». En cualquier caso, el interior rojiblanco recuerda que «esto es muy largo y la Liga acaba de empezar, aunque en el fútbol, a veces, suceden cosas como esta».
La precisión es uno de los argumentos del jugador gallego, quien explicó que «a veces mereces más, pero siempre se tiene precisión». En el caso del encuentro del Vicente Calderón, el futbolista pontevedrés subrayó que «tuvimos momentos en los que pudimos meternos en el partido, pero las cosas no salieron, al margen de los errores que hayamos podido cometer en defensa». Asimismo, hizo alusión a la fortuna, para lo que recuerda que «Agüero es un gran futbolista, pero si se va de tres rivales y el rebote favorece a Forlán, eso es de fortuna». El gallego dijo que «ante los equipos grandes siempre hay un factor de suerte, pero si no lo tienes es más difícil lograr algo positivo».
Diego Castro asume que la única ansiedad que tiene el equipo es la de «inaugurar el casillero de puntos», aunque apuntó que «la necesidad ya la valoramos ante el Atlético» y destaca que «no sería una tragedia no puntuar en el próximo encuentro, aunque salimos a tope en todos los partidos». El objetivo que considera más inmediato es «corregir errores en el primer partido de casa, que es donde más fuertes nos sentimos y donde debemos mejorar los números de otros años».
El partido ante el Mallorca coincidirá con el estreno de la última remodelación de El Molinón. Diego Castro indicó que «pudimos verlo en una de las visitas que hicimos a la Feria de Muestras, pero no es lo mismo con gente en las gradas». Según añadió, «nuestra ilusión es inaugurarlo con una victoria, para que la afición pueda disfrutar mejor la nueva imagen». El jugador gallego añadió que «quedó muy chulo y muy bonito y ahora sólo queda utilizarlo bien».
El interior pontevedrés, uno de los jugadores básicos en el dibujo táctico de Preciado, tiene como reto personal «mejorar mis números y mi fútbol» en la nueva temporada, en la que confía en «seguir creciendo, aunque pospongo las cuestiones personales en beneficio del equipo». Su primer objetivo es «conseguir la permanencia cuanto antes y, luego, esforzarme al máximo», con la premisa de tener «un mejor rendimiento».
Preciado es un técnico importante en la trayectoria deportiva de Diego Castro, quien puntualizó que «todas las palabras que pueda tener para el míster son pocas, porque siempre tuve su confianza y mi rendimiento es bueno para él». Según agregó, «espero que siga igual o aumente» y apuntó que «mi carrera sufrió un cambio con Preciado, pero tengo que demostrarlo en el campo, porque hay competencia, que es sana y dura, para que luego el técnico elija». Asimismo, analiza que «o lo haces bien, o es difícil jugar tantos partidos», para lo que «la base es el esfuerzo».
Diego Castro, que inicia su quinta campaña en el Sporting, fue el capitán del equipo gijonés en el encuentro del Vicente Calderón. El jugador gallego puntualizó que «por años y comportamiento, el capitán es Sastre», si bien matizó que «lucirlo es un orgullo», sensación que supone que también tienen Canella, Barral, Luis Morán y Jorge, que son otros jugadores que también asumen la capitanía en los partidos, pero «sólo cuando Sastre no está, porque está claro que hay un capitán ejemplar y es un orgullo sustituirlo».
Diego Castro afronta la temporada con 28 años, una de las edades que se consideran idóneas para jugar al fútbol, en su última campaña de contrato con el Sporting. El jugador gallego señaló que «los primero es que las lesiones me respeten» y valora que «se dice que entre los 26 y los 29 años es la mejor edad, pero desde que llegué al equipo crecí cada año, pero tuve la suerte de sufrir lesiones, algo que otros no pueden decir, como es el caso de Cuéllar, que no lo dejaron rendir como deseaba». Su intención es «explotar esta temporada o la siguiente», si bien señaló que «los futbolistas no queremos meternos más presión, sino trabajar a tope, que es como me están saliendo bien las cosas».
El futuro, pendiente
El interior pontevedrés sabe que el club mantiene la intención de llegar a un acuerdo para la renovación de su contrato. Diego Castro comentó que «estoy abierto a todo», aunque admite que las negociaciones «son duras, porque cada uno defiende los suyo, pero con respeto». El jugador rojiblanco recuerda que «en su momento salí a hacer una aclaración, porque se especularon cosas que no eran ciertas», si bien no tiene previsto «pasar el año en ruedas de prensa para hablar de mi futuro, porque tengo que centrarme en las cosas del equipo y en el trabajo que puedo aportar».
Diego Castro indicó que «el club puede llamarme cuando quiera y para lo que quiera, pero no puedo dedicar ruedas de prensa a cosas que puedan afectar a mi rendimiento». El jugador pontevedrés agregó que «las relaciones con el club son buenas», pero no le gusta «que se repita una época movida, como la el verano, en la que estaba en los periódicos constantemente, cosas que no gustan a los futbolistas, ni para bien, ni para mal». Puso como ejemplo el vestuario, que «parece una familia, pero a partir de ahí, cada uno defiende sus intereses».
Fuente: La Nueva España
Fecha: 30/08/10
Tras un verano en el ojo del huracán por el aireado asunto de su continuidad en el club, es uno de los futbolistas que más ganas tiene de que el balón comience a rodar. Diego Castro se ha ganado un crédito entre el sportinguismo por los servicios prestados durante los últimos cuatro años. Han sido muchos y buenos -y hasta bonitos- y le han dado acceso a los galones de capitán en una plantilla que gana peso específico en cada curso. El futbolista elude la polémica, agradece el cariño de la afición y espera mejorar aún más su rendimiento de la pasada temporada. Es consciente de que se la va mirar con lupa.
-Inicia su quinta temporada en el equipo, ¿conserva la ilusión intacta?
-Sí, como siempre. Es el tercer año en Primera División y el equipo sigue igual de ilusionado, porque todo esto es nuevo para nosotros todavía. Cuando lleves cinco o seis años lo puedes ver de otra manera, pero ahora mismo consideramos un lujo poder competir en esta categoría y lógicamente vamos a salir a tope para alcanzar nuestro objetivo y seguir compitiendo a este nivel, con los mejores futbolistas del mundo.
-Nacho Novo, Eguren? llegan nombres de peso, parece que la plantilla crece cada año.
-Sí, yo creo que cada año damos un pasito más, que es de lo que se trata, de que el club vaya creciendo, igual que nosotros. Además viene por detrás una gente joven que también está creciendo a pasos agigantados. Eso es lo que te hace conseguir tus objetivos e ir formando nuevos jugadores.
-Ha llegado Ayoze para discutirle el puesto en la banda izquierda, ¿siente que aumenta la competencia?
-Bueno, no es sólo Ayoze. Aquí ya había gente como Carmelo, Miguel -De las Cuevas-? yo siempre he tenido mucha competencia. Si hay algo de lo que tengo que estar orgulloso es de haber jugado tantos partidos, teniendo a gente tan buena por detrás. Eso te hace estar mejor para que el entrenador apueste por ti a la hora de hacer la alineación de cada domingo. Este año todavía han venido más futbolistas que pueden jugar en esta posición y con los que vamos a tener una competencia sana porque son gente que tiene muchas cosas que aportar a este equipo y a los que yo les deseo la mayor de las suertes. Lo que nos toca a cada uno es trabajar para jugar porque esa rivalidad bien entendida acaba sirviendo de beneficio para el equipo.
-Con la llegada de esos refuerzos, ¿cuál es el objetivo de esta nueva temporada que empieza hoy?
-El objetivo es la permanencia y más cuando ves que todos los equipos de abajo se han reforzado bien y los que acaban de subir también lo han hecho. Tienen bastante presupuesto y lógicamente hacen fichajes de renombre. Por lo tanto, vamos a salir a tope, pero siendo conscientes de que esto es muy largo. Nosotros lo que queremos es mejorar cada año y alcanzar el objetivo cuanto antes para ver si luego se pueden poner nuevas metas. Pero hablar ahora de otras cosas que no sean la permanencia, sería engañarnos.
-¿Es este el mejor momento de la temporada para visitar el Vicente Calderón?
-Bueno, no lo sé. Cuando te ves campeón de la Supercopa de Europa tienes un nivel de confianza importante. Son profesionales que pueden disfrutar el título y estar en perfectas condiciones para este partido. El momento es bueno para ellos. Para nosotros también, porque empezamos con ilusión, pero el Atlético de Madrid en su casa va a ser muy complicado. Nosotros vamos a intentar sorprenderles, pero que nadie se piense que van a estar allí de charanga o de fiesta porque ellos estarán muy motivados.
-Sí, pero a estas alturas del verano las piernas aún andan justas y se puede notar el hecho de jugar dos partidos oficiales en tres días.
-Sí, en el estado físico puede pesar, pero en el mental no lo veo tanto. Por otro lado, hay que valorar la tremenda calidad que tienen los suplentes del Atlético de Madrid. Son futbolistas de un nivel altísimo y de hecho se está hablando de que pueden vender a Jurado por 13 millones de euros. No esta nada mal para un teórico reserva.
-En el plano personal, ¿cómo afronta esta temporada?
-Es mi quinta temporada en el Sporting y tengo mucha ilusión y muchas ganas de volver a empezar y de conseguir tanto los objetivos personales como los colectivos. Sinceramente, me tomo esta temporada como un reto personal. Quiero intentar mejorar, porque hasta lo ahora creo que lo he hecho cada año. La temporada pasada me lo he puesto bastante difícil, pero espero mejorarlo.
-Después de cuatro años en el Sporting, ¿tiene aún algo que demostrar?
-El futbolista siempre tiene cosas que demostrarse a sí mismo y también a la gente que le respalda. Tenemos que tratar de recompensar a la afición con trabajo y haciendo bien las cosas. El que se pare se equivoca. Aquí hay que intentar mejorar y yo personalmente trataré de hacer las cosas mejor que el año pasado. Principalmente para que eso repercuta en el grupo, para ver si podemos estar más tranquilos en las últimas jornadas.
-¿Cree que lo sucedido este verano puede hacerle daño y que se le va a mirar con lupa desde la grada?
-No, al revés. Yo no puedo medir la repercusión que tendrá todo esto entre la afición, pero a mí todo lo que ha pasado me da más motivación y más ganas de reivindicar y de demostrar la implicación que tengo yo en este equipo. Espero sinceramente que me salgan las cosas bien. Lógicamente, en el mundo del fútbol nunca se sabe, pero para mí esta temporada es un reto personal. Y como siempre, voy a anteponer los beneficios del grupo a los míos personales.
-¿Quedará dañada la buena relación que mantenía con el sportinguismo?
-No entiendo por qué se habría de dañar. Aquí cada uno defiende sus intereses, siempre desde el respeto y desde el cariño que nos han unido todos estos años. El club defiende los suyos y yo los míos, como es lógico. Todo el mundo, en su trabajo, defiende sus derechos y sus intereses. Yo estoy muy agradecido a todo el cariño que se me ha dado aquí, incluso en este verano. Hay gente que siempre ha tenido muestras de cariño hacia mí. Lo único que puedo decir es que yo, por mi parte, voy a trabajar a tope.
-El club no da por cerrada la puerta de la renovación.
-Lógicamente no se puede dar nada por cerrado. Del futuro ya se ha hablado demasiado. Los futbolistas tenemos que dedicarnos a jugar al fútbol |