Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El rio anuda al mar su lamento obstinado.
Todo te lo tragaste, como la lejanía,
como el mar, como el tiempo.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbo la tristeza. Todo en ti fue naufragio.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas,
Y TU FUISTE EL MILAGRO”
Pablo Neruda
HASTA SIEMPRE MANOLO…
PS. Diego Castro, eternamente agradecidos.