«Creo que sí fue penalti, aunque quiero ver la acción por televisión». Diego Castro es un hombre sensato y aunque su instinto le dice que fue objeto de penalti busca la confirmación en los ojos del interlocutor. El futbolista tiene fresca la jugada: «Hago el recorte y cuando ya lo he superado, me obstruye. Si esa jugada se produce en el centro del campo, hubiese pitado falta. El árbitro me dice que no hubo suficiente contacto como para pitar penalti». El penalti no señalado se suma al carrusel de acciones polémicas que ayer protagonizó Paradas Romero y que el interior gallego repasa para destacar «la falta de Rivera que precede al gol tampoco es falta, el control en el gol es con la mano...».

Con todo, Castro rompe una lanza hacia la buena intención del árbitro al que «lo conozco de Málaga y sé que no lo hace a mala fe, pero creo que no está acertando con nosotros». El gallego asegura que «te vas con la sensación de que lo has tenido más cerca que nunca». Y lamenta que «en un campo como éste pocas veces estaremos tan cerca». Otra cuestión clave es que «si hubiéramos aguantado cinco minutos el partido hubiera cambiado».

Barral estaba feliz por haber marcado en el Bernabeu, aunque con «la sensación de haber tocado con las manos un milagro que se pudo hacer realidad». El gaditano valora que «nos vamos contentos con el trabajo y con la actitud del equipo... con todo menos con el árbitro». Barral sabía que iba a marcar: «Tenía fe en que iba a tener alguna ocasión y tenía en la cabeza marcar. Tiré arriba porque era la única opción de marcarle a Casillas, que me tapaba todo el palo».